Resido en Almería desde hace 36 años y mi obra nace de la luz, el mar, el paisaje y los viajes que moldean mi sensibilidad. Trabajo con materiales reciclados y desechos del mar, transformando lo cotidiano en piezas artísticas cargadas de vida, identidad y sentido. Mi colección de abanicos, por ejemplo, combina funcionalidad y arte, reflejando mi compromiso con la autenticidad y la singularidad.

Mi estudio en Aguamarga es un espacio de experimentación donde la naturaleza inspira la creación sostenible y contemporánea. He expuesto en museos y espacios culturales, como el Museo de Almería y la muestra “Mujer y Arte”, y participado en exposiciones en Rodalquilarte, Faro Mesa Roldán y Cactus Níjar.

Mi trabajo busca conectar con el medio ambiente, la sociedad y la autenticidad, recuperando materiales y generando conciencia sobre la belleza de lo imperfecto. Cada obra es única, fruto de un proceso de reflexión y sensibilidad que invita a descubrir la transformación de lo efímero en arte con significado.